23 de abril de 2025
Las estrictas reglas del cónclave: el protocolo secreto para elegir al sucesor del Papa

Desde la entrega obligatoria de dispositivos electrónicos hasta el sellado de ventanas y la restricción total de acceso al Vaticano, cada medida busca garantizar un aislamiento absoluto durante el proceso de votación
Además, las ventanas de las habitaciones donde los cardenales se alojan en la Domus Sanctae Marthae y en la Capilla Sixtina son selladas, y el acceso a la Ciudad del Vaticano se restringe para evitar cualquier tipo de infiltración.
El proceso de elección está regido por una serie de normas establecidas en la constitución apostólica Universi Dominici Gregis, promulgada por San Juan Pablo II en 1996. La mayoría requerida para elegir al Papa es de dos tercios de los votos de los cardenales presentes.
Durante el cónclave, los cardenales no pueden discutir entre sí sobre sus preferencias ni hacer campaña por un candidato, ya que esto también está prohibido bajo pena de excomunión. Además, cada cardenal debe votar de forma secreta y no puede votar por sí mismo, aunque en ocasiones a lo largo de la historia ha sucedido.
El ritual de la votación es muy específico. Primero, se celebra la Missa pro eligendo Romani Pontifici, donde los cardenales piden la guía del Espíritu Santo. Luego, se realiza una procesión hacia la Capilla Sixtina, donde los cardenales deben prestar un juramento solemne de votar con honestidad.Los votantes reciben papeles blancos en las que escribirán el nombre del cardenal que prefieren, y después se dirigirá hacia un altar para depositarlas en una urna. Tras cada escrutinio, los papeles se queman en una estufa, y el humo que se libera desde el techo de la capilla es el que indica si se ha alcanzado la mayoría necesaria.