24 de abril de 2025
“El mensaje de Francisco al invitarnos a Roma fue ‘primero los de abajo’”: el legado del Papa según su amigo cartonero

En 2013, Sergio Sánchez estuvo en el Vaticano. Había conocido a Bergoglio diez años antes, en una misa improvisada para cartoneros y vendedores ambulantes
Bergoglio, que ya era arzobispo porteño desde 1998, se cruzó en su camino en esa plaza del sur de la Ciudad. “Para nosotros no importaba si era el arzobispo, un cura como los demás o qué. Para nosotros era Jorge, una persona común, siempre nos hizo sentir pares. Nos mostró su humildad desde el primer día”, recuerda Sergio Sánchez, que ahora preside la Federación de Cartoneros y Carreros de la Argentina y es uno de los fundadores del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE).
En aquellos años, cuando el Vaticano no era el paisaje cotidiano del “¿Viste eso que dijo a la juventud cuando viajó a Brasil? Eso de En misas compartidas, en charlas en comedores comunitarios, en la Plaza Constitución, la relación entre los dos fue creciendo, así como la de Bergoglio con otros trabajadores dedicados al cartoneo. Algunos de ellos fueron los que este miércoles montaron un altar a cielo abierto con fotos del Papa y de la Virgen de Luján para despedir a Francisco en el Parque Lezama, en una misa que ofició el padre Toto, uno de los referentes de los llamados “curas villeros”.“Te vamos a mandar el pasaje”, le dijeron por teléfono a Sergio. Jorge Mario Bergoglio acababa de ser elegido Papa en el cónclave que debía encontrarle reemplazo a Benedicto XVI tras su renuncia. Le iban a mandar, también, una carta de invitación para que mostrara en caso de que se la pidieran en su viaje desde Buenos Aires hasta Roma.“En el aeropuerto de acá no me creían nada. Me trataron como al de ‘Expreso de medianoche’. Me tuvieron de acá para allá, en un cuartito, la Policía me hizo rayos X. Casi pierdo el avión que me llevaba a la asunción de Francisco porque no me querían dejar viajar. Pero cuando volví me estaban esperando con las puertas abiertas, los micrófonos listos para que hablara ‘el cartonero amigo del Papa’”, reconstruye Sergio.En la Basílica de San Pedro, recuerda, estaba a unos diez metros del Papa que estaba asumiendo el rol de máxima autoridad católica. “Yo veía a los reyes, los presidentes, y estaban más lejos que nosotros. Antes de los saludos oficiales a las comitivas nos vino a saludar a nosotros, nos trató como si fuéramos de la familia y nosotros le entregamos una cruz de cartón”, cuenta Sergio, que coordina un predio de reciclaje de cartón en Parque Patricios y un comedor en Constitución. Allí, retiran comida unas 3.500 personas tres veces por semana.“Lo vi dos veces más en Roma. Una vez viajé con mi carro de cartonero y distintos elementos que mis compañeros me mandaron para que Francisco los bendijera. Me dejó entrar el carro a San Pedro y ahí lo bendijo. Y la otra vez, “Además lo vi cuando viajó a Brasil, a Bolivia, a Chile, a Paraguay. Nos invitó muchas veces a estar cerca suyo y, además, siempre nos hacía llegar sus cartas, sus mensajes. Nunca se olvidó de nosotros. No importaba que ahora fuera el sacerdote más importante del mundo, seguía siendo también el Jorge que se nos había aparecido a dar misa en Constitución”, reflexiona.
“Jorge siempre nos hizo llegar su calidez porque siempre sintió que el trabajo social que se hace en los comedores, por ejemplo, no es sólo el de dar de comer sino también el de escuchar, contener, estar pendiente del caído. Eso lo acercó mucho a nosotros, me parece”, cuenta Sergio.
Y repite: “Él sabía que primero tenía que estar el de abajo y siendo Papa lo dejó bien claro”. El primer viaje de Francisco tras ser ungido, se recuerda mucho en estos días, “A mí él me hizo sentir que todo el tiempo siguió pensando en nosotros, nunca nos olvidó y nunca dejó de actuar con humildad. Todos los que lo conocimos o conocimos su trabajo tenemos un pedacito de Jorge en nuestros corazones. Ahora mismo tenemos una tristeza enorme, pero sabemos que hay que seguir con su legado, que es el de hacer lío, el de defendernos y luchar. Se nos fue nuestro padre pero quedamos los hermanos y los hijos para continuar su trabajo. Ojalá su legado haga que vuelvan a elegir a un Papa de los pobres”, se conmueve.