31 de julio de 2025
La industria pierde entre 1.000 y 1.500 empleos por mes desde marzo, según el presidente de la UIA

El presidente de la entidad alertó por la situación del sector, con una caída de la actividad en los últimos meses que alcanza los dos dígitos en algunos rubros
Rapallini ejemplificó con el caso del cemento, cuyas ventas bajaron de 1.050.000 toneladas mensuales a 800.000. “Muchos segmentos están con una caída importante”, dijo. La retracción también afecta a industrias vinculadas como cerámicos, hierro y acero, todos con fuerte dependencia del ritmo de la construcción.
La actividad, explicó en diálogo con Radio Rivadavia, se encuentra amesetada desde hace al menos cuatro meses. “Estos números los vemos casi en las mismas condiciones desde abril en adelante”, detalló.Frente a este panorama, muchas empresas han recurrido a mecanismos de emergencia para evitar cierres o despidos masivos. Rappallini contó las suspensiones acordadas con los sindicatos, que permiten reducir salarios en forma temporal mientras se mantienen los puestos de trabajo, son una herramienta habitual: “Cuando tenés una actividad que no se recupera, el mecanismo de suspensiones es lo que se usa para poder salvar la empresa. Si las ventas siguen caídas, los costos se hacen muy difíciles de afrontar”.Rappallini insistió en la necesidad de avanzar en una agenda de reformas estructurales que permitan mejorar la competitividad del entramado productivo. Reclamó, en particular, una modernización del sistema laboral y una revisión de la presión impositiva: “Hace más de un año que venimos diciendo que hay que nivelar la cancha. Este nuevo escenario de normalización de la economía tiene que venir acompañado por igualdad de condiciones para todos, tanto productores locales como importadores”.
“En los últimos 20 años se han acumulado distorsiones y problemas en términos laborales y positivos, y hay que corregirlos”, subrayó.El presidente de la UIA ya se había referido a la necesidad de trabajar en una agenda integral de competitividad productiva, que incluya una legislación laboral moderna, una reducción de la litigiosidad, la baja de los costos no salariales para facilitar el empleo formal, y mayor acceso al crédito productivo.
Sobre eso último, otro factor que se suma al escenario adverso es el encarecimiento del crédito. La suba de tasas de interés en un contexto de desaceleración inflacionaria está dificultando el acceso al financiamiento. “Está aumentando la morosidad y la cantidad de cheques rechazados”, alertó.Desde la UIA advierten que, si no se corrigen las condiciones que afectan la producción, la recuperación será más lenta y desigual. Por eso, insisten en que la reactivación debe estar acompañada por medidas que aborden tanto la coyuntura como los problemas estructurales acumulados. Mientras tanto, la industria pierde empleos cada mes y las perspectivas de una recuperación sólida aún lucen lejanas.