12 de agosto de 2025
Crisis en los kioscos: cerraron 16.000 locales en el último año y el sector cae a mínimos históricos

Grupos comerciales minoristas detectaron un cambio drástico en el mapa urbano y rural: persiste la desaparición acelerada de superficies de expendio tradicionales por factores económicos y regulatorios
El impacto de la crisis se manifiesta primero en los números del consumo. Los kiosqueros reconocen una reducción drástica en las ventas y una baja clara de la demanda. “Se vende menos, mucho menos. No hay plata”, resumió Acuña. Las estadísticas marcan una baja del 40% en las ventas en los últimos dos años, sumada a una merma del 30% al 35% solo en bebidas durante la última temporada de verano.
La competencia desleal emergió como otro de los factores centrales en la debacle del sector. La proliferación de cadenas de mayor tamaño y la irrupción de establecimientos de otros rubros en mercados tradicionales de los kioscos profundizó la presión sobre los comerciantes barriales. Según denunció Acuña, “productos que antes se encontraban solo en un kiosco, hoy los ves en farmacias con golosinas, supermercados chinos con cigarrillos o verdulerías con heladeras que venden bebidas”.
En paralelo, la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) elaboró un relevamiento sectorial según el cual la cantidad de kioscos activos bajó de 112.000 a 96.000 en un año. El recorte alcanzó un 14% y afectó directamente el empleo y las economías familiares que dependen de estos comercios. Esta disminución golpeó sobre todo a los trabajadores que ofrecen atención al público y a quienes realizan tareas de reposición y limpieza.
El cierre de tantos locales también implicó la desaparición de una red de servicios barriales. Los kioscos no solo funcionan como espacio de compra sino también como punto de encuentro vecinal, lugar de referencias y canal de información. Su reducción alteró dinámicas sociales en ciudades y pueblos y produjo efectos negativos en la vida cotidiana de los habitantes.Este clima de inestabilidad generó dificultades para la planificación a mediano plazo y aumentó los costos de reposición. Muchos vendedores señalaron que la volatilidad del tipo de cambio encareció los productos importados y obligó a realizar ajustes constantes en las listas de precios. Las disrupciones en la estructura de costos complicaron la gestión financiera de los kioscos y aceleraron la toma de decisiones drásticas, como cerrar el local o reducir el horario de atención.
El sector también se vio afectado por la caída de las ventas de productos básicos. Rubros como golosinas, cigarrillos, bebidas y alimentos de consumo inmediato sufrieron un declive significativo. La retracción del consumo cruzó todos los segmentos de la clientela, incluyendo a adolescentes, trabajadores y familias, lo que repercutió en los stocks y en la frecuencia de las compras a proveedores.