10 de septiembre de 2025
El asteroide Apophis pasará cerca de la Tierra: cuándo y cómo verlo

El cuerpo celeste del tamaño de un rascacielos o la Torre Eiffel pasará a 32.000 kilómetros. La NASA y la ESA lanzarán naves para captarlo mejor
La comunidad científica está expectante ante la posibilidad de medir vibraciones sísmicas en el interior del asteroide. Hasta ahora, solo se obtuvo información sísmica de la Luna y Marte. Si Apophis revela señales internas tras el paso, será un hito en la exploración espacial.
La NASA ya tomó una decisión estratégica. Su nave OSIRIS-REx, que recientemente concluyó su misión principal con el asteroide Bennu, fue reasignada como OSIRIS-APEX. El plan consiste en que llegue a Apophis antes del sobrevuelo, lo observe con detalle y permanezca después para registrar en tiempo real los efectos gravitacionales. La sonda utilizará sus propulsores para levantar polvo y fragmentos de la superficie, lo que permitirá analizar la composición del material recién expuesto.Monica Lazzarin, profesora de la Universidad de Padua, explicó que RAMSES se situará a tan solo cinco kilómetros de distancia y podría desplegar un pequeño cubesat para tocar la superficie. Esto abriría la posibilidad de detectar ondas sísmicas generadas por el propio paso cercano, lo que significaría un avance sin precedentes.
El director de investigación del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, Patrick Michel, resumió el espíritu de este proyecto con una frase contundente: “Por primera vez, la naturaleza nos está trayendo un asteroide y realizando el experimento por nosotros”.El antecedente inmediato es la misión DART de la NASA, que en 2022 impactó deliberadamente contra el asteroide Dimorphos, satélite de Desde que comenzaron los programas de observación sistemática, los asteroides cercanos a la Tierra son vistos como una amenaza improbable pero con consecuencias potencialmente catastróficas.
La clave radica en comprender la composición de estos cuerpos, porque un asteroide rocoso como Apophis no responde igual a fuerzas externas que uno carbonáceo como Bennu. La NASA lo señaló en sus informes: “Los asteroides rocosos son parte de la clase más común de asteroides potencialmente peligrosos que representan una amenaza para nuestro planeta”.
Más allá de la ciencia, Apophis arrastra consigo un simbolismo poderoso. Su nombre evoca al monstruo egipcio que cada noche intentaba devorar al Sol, un mito que simbolizaba el triunfo cotidiano del orden sobre el caos. El hecho de que un asteroide con ese nombre se acerque tanto a nuestro planeta multiplica el atractivo del evento.
El paso de Apophis será breve, pero su impacto simbólico y científico durará décadas. La posibilidad de que miles de millones de personas miren al cielo y contemplen el mismo objeto cósmico genera una sensación de unidad planetaria poco frecuente. La cooperación entre agencias espaciales de distintos continentes refuerza esa dimensión global.
“Los asteroides no son algo a lo que temer. Son algo que hay que comprender, y eso es lo que estamos haciendo”, advirtió Tom Statler, científico de la NASA, durante la conferencia en Helsinki.El “Dios del Caos” no traerá destrucción, sino conocimiento. En un mundo marcado por crisis y tensiones, el espectáculo de Apophis ofrecerá un recordatorio de que nuestra especie comparte un mismo planeta y un mismo destino frente al vasto universo. Y, sobre todo, será la prueba de que la ciencia puede convertir el miedo en oportunidad.