11 de noviembre de 2025
El calvario de los rehenes de Hamas, contado por Matan Zangauker a un mes de su liberación: “Creí que no saldría con vida”

Un testimonio impactante sobre las condiciones inhumanas, la manipulación y el miedo constante que vivieron los secuestrados durante el conflicto en Israel y Gaza
Durante los primeros días de cautiverio, fue trasladado junto a otros rehenes, entre ellos Yocheved Lifshitz, también de Nir Oz, quien fue liberada semanas después, mientras su esposo, Oded, murió en manos de sus captores. Zangauker relató que era movido constantemente, de túnel en túnel, y a veces era obligado a permanecer solo. Lo ataban con las manos detrás de la espalda, lo interrogaban como si fuera un soldado y lo sometían a una rutina de humillaciones y carencias. “Decían que no había comida y nos daban media pita. Luego preparaban sus platos con verduras asadas y tomates, y el olor nos llegaba desde el rincón”, contó.
En una ocasión, intervino para frenar una golpiza contra otro rehén y terminó recibiendo los golpes en su lugar. Con el paso del tiempo, entendió que su vida dependía de la negociación. Los captores le repetían que solo saldría libre si había un acuerdo de tregua y que, si el ejército intentaba rescatarlo, los matarían a todos.
Poco después, notó un cambio en el trato. “Hablaban más conmigo, me daban un poco más de comida, como si me vieran distinto por lo que ella hacía.” Sin embargo, el cautiverio siguió siendo brutal. En una etapa fue llevado a la superficie, disfrazado como civil gazatí, y llegó a caminar por calles cercanas a posiciones del ejército israelí. Durmió en escuelas, hospitales y mezquitas, hasta ser devuelto a los túneles.
Finalmente, el 13 de octubre de 2025, en medio de una frágil pausa en los combates, fue liberado junto con los últimos 19 rehenes que quedaban con vida. Dijo que no creyó en la noticia hasta que vio a su madre. “Fue éxtasis puro, un shock total.”



