18 de diciembre de 2025
Un pasajero intentó abrir una puerta de emergencia en pleno vuelo: “Todos vamos a morir”
El hombre, identificado como Frederick, tuvo un ataque y generó temor en la tripulación y viajeros que consiguieron neutralizarlo
De acuerdo con la denuncia penal presentada por un agente especial del FBI en Anchorage y recogida por People, Fredericks comenzó a mostrar un comportamiento errático poco después del despegue. Testigos relataron que el hombre temblaba, murmuraba para sí mismo y cambiaba de asiento varias veces.
Durante el incidente, pronunció frases alarmantes que aumentaron la inquietud a bordo. Según la denuncia citada por People, el acusado exclamó: “Las alas desaparecieron. Todos vamos a morir”. Además, insistía en que necesitaba aire y preguntaba: “¿Cómo rompo la ventana? No sé cómo romperla”.
En su estado de alteración, también afirmó: “Está saliendo metanfetamina por las rejillas de ventilación. Todo el mundo está enloquecido”. El documento judicial detalla que Fredericks solicitó en repetidas ocasiones fumar un cigarrillo y consumir alcohol, peticiones que la tripulación rechazó. El comportamiento del pasajero, marcado por alucinaciones y desorientación, generó un ambiente de miedo y desconcierto entre los presentes.La tripulación de Alaska Airlines, en coordinación con algunos pasajeros, actuó con rapidez para controlar la situación. Según declaraciones recogidas por el medio local KTUU, el piloto fue alertado cuando el avión se encontraba a unos 5400 metros de altitud y evaluó la posibilidad de desviar la aeronave. Sin embargo, decidió continuar hasta Anchorage al considerar que Fredericks no presentaba síntomas médicos graves como vómitos o desmayos. La aerolínea confirmó al medio que, tras el incidente, el pasajero tiene prohibido volar con la aerolínea.
Durante el examen médico, un oficial del Departamento de Policía del Aeropuerto de Anchorage escuchó que admitió consumir alcohol en los diez días previos, agregando que experimentaba alucinaciones y que no recordaba los últimos dos años de su vida. Además, reconoció estar bajo tratamiento de antidepresivos que le podrían haber provocado confusión y temblores musculares. Finalmente, la tribuna federal formalizó la acusación el 16 de diciembre por interferir con los miembros de la tripulación y los asistentes de vuelo.
Uno de los pilotos del vuelo explicó en la denuncia, recogida por People, que la presión interna de la cabina hace físicamente imposible abrir la puerta de emergencia en pleno vuelo. Sin embargo, la manipulación del mecanismo podría haber activado el tobogán de emergencia dentro del avión, lo que habría puesto en peligro a los pasajeros cercanos, incluido el propio Fredericks.La tripulación clasificó el incidente como una amenaza de nivel dos, una categoría que, según National Academics, corresponde a acciones hostiles abiertas o agresivas. El protocolo de seguridad establece que, ante este tipo de situaciones, se debe priorizar la protección de los viajeros y la integridad de la aeronave. Como medida adicional, la tripulación consideró el uso de bridas para inmovilizar a acusado, pero finalmente descartó esta opción para no agravar su estado.


