INTERNACIONALES
24 de junio de 2023
Lula pidió en París que se deje de lado la "arrogancia" para lograr el acuerdo UE-Mercosur
El presidente brasileño se refirió a la renuencia de Francia a abrir su mercado agrícola a Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, para sacar adelante las difíciles negociaciones para cerrar un tratado de libre comercio.
El líder brasileño abordó la cuestión el viernes con su homólogo Emmanuel Macron, presidente de una Francia preocupada por la competencia de productos agrícolas procedentes de los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay) en caso de que se ratifique finalmente el acuerdo entre bloques anunciado en 2019.
En una rueda de prensa en un hotel de París, Lula comentó "dos puntos esenciales" que están planteando dificultades: la renuencia de Francia a abrir su mercado agrícola a esos países sudamericanos, y la de Brasil a abrir su industria.
"Me parece normal que Francia intente defender su agricultura, y puede ser un punto de más dificultad", pero "deben entender que Brasil no puede abrir la mano en las compras gubernamentales" de material industrial, porque en ese caso "la posibilidad de fortalecer la industria nacional es cero, y la posibilidad de que pequeños y medianos empresarios produzcan para que el Estado les compre, es cero. Así que no es posible", argumentó.
Lula dijo que con estos dos puntos centrales "a lo mejor no hay acuerdo, pero vamos a mejorar otras cosas", según reprodujo la agencia de noticias AFP.
"Es importante que se deje un poco de lado la arrogancia y se ponga buena voluntad para negociar, y eso vale para nosotros y para ellos", enfatizó.
El presidente de la mayor economía latinoamericana no se aventuró a decir cuándo podrían cerrarse las negociaciones, después de que la Comisión Europea manifestara su deseo de hacerlo este mismo año, pero defendió el valor geoestratégico que podría tener esta alianza para una UE que según estima, se arriesga a quedar atrapada "en la nueva guerra fría entre EEUU y China".
El viernes, durante una cumbre financiera en París, Lula arremetió públicamente contra exigencias medioambientales suplementarias que la UE formuló en marzo a los países del Mercosur.
Los partidarios de ese endurecimiento alegan el riesgo de que los productores europeos sufran una competencia desleal por la diferencia de reglamentaciones entre los dos bloques, y de que los consumidores se vuelvan cómplices de la deforestación en América del Sur.