22 de julio de 2024
La recesión no para: la industria pyme cayó 20,4% anual en junio y 3,1% respecto de mayo
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Acumula así una retracción de 19,2% en la primera mitad de 2024. Los 6 sectores en que se divide el relevamiento de CAME retrocedieron respecto de igual período de 2023 y 5 de ellos a un ritmo de dos dígitos
De hecho, el informe señala que el uso de la capacidad instalada descendió el mes pasado más de 10 puntos porcentuales, ubicándose en 60,1%,. Lo que significa que casi 40% de la capacidad productiva está ociosa.
El 35,6% de las empresas consultadas dijo que la medida más esperada es una reducción de impuestos y otro 14,6% mencionó la flexibilización de las normativas laborales. Ambas medidas, señalaron, permitirían reducir los costos y mejorar la rentabilidad. La tercera prioridad es un estímulo a la demanda interna y la disponibilidad de “créditos blandos”.
Como problemas y desafíos, 43,4% de los encuestados mencionó la falta de ventas, 34,9% los altos costos de producción y logística y 11,1% las dificultades de acceso al crédito. Esas tres respuestas explican casi el 90% de las respuestas de los empresarios pyme acerca de la situación del sector.El fenómeno recesivo, con distinta intensidad, alcanza a todos los subsectores industriales incluidos en la encuesta. Todos sufrieron caídas interanuales e intermensuales y acumulan caídas en el primer semestre y en cinco de los seis subsectores la caída es de dos dígitos.
El promedio general, abarcando los seis rubros industriales, indica que la industria pyme cayó en junio un 20,4% respecto de junio 2023 y acumula la ya mencionada caída del 19,2% en la primera mitad del año. El hecho de que el retroceso de junio sea superior al acumulado es otra señal de que la recesión no estaría amenguando.
Otra flecha apuntando en el mismo sentido es que el rubro Alimentos y bebidas, el más esencial y más vinculado a la situación de los sectores medios y de menores ingresos, no solo registró una caída interanual del 17,4%, sino que también retrocedió 4,8% respecto de mayo, acumulando así una variación negativa (-16,7%) en la primera mitad del año. En ese sector, además, las empresas operaron en promedio a un 58,1% de su capacidad instalada. Si bien este subsector no registró “mayores problemas” en la provisión de insumos, las empresas consultadas señalaron que no se terminan de consolidar señales de reactivación esporádicas, aunque a su vez reconocieron también que los feriados del mes pudieron haber tenido efecto sobre su desempeño.En Textiles e indumentaria, el rubro que menos mal la lleva en lo que va del año, hubo sin embargo cierres de empresas y hay un creciente temor por la pronta liberación de importaciones, en línea con los anuncios oficiales para contener por ese medio el ritmo de inflación. Según los empresarios de este subsector, “se acabó el veranito” para ellos y llegó la hora de “acomodarse” a una menor demanda que se haría permanente.En Metal, maquinaria y equipo y material de transporte la contracción de interanual de junio alcanzó ya niveles del 20%; como además el rubro venía de fuertes caídas previas, la de junio respecto de mayo fue relativamente menor (-1,5%), pero el semestre cerró con un retroceso del 22,4 por ciento. “Las empresas están buscando nuevos mercados e incorporando nuevos negocios para ampliar su espectro de clientes. Una novedad es la incorporación de procesos de automatización y software en la infraestructura metálica o en la producción de maquinarias”, dice el comunicado de CAME.
Por último, el rubro Papel e impresiones es el más sufrido de los seis que abarca el relevamiento del IPIP. Allí, la actividad se retrajo 31,5% anual y 2,6% mensual, acumulando una ruinosa caída de 23,6% en el semestre. En cuanto a las respuestas a este panorama, CAME destaca: “varias empresas comenzaron a planificar la incorporación agresiva de tecnologías para digitalizar y automatizar procesos, lo que les permitiría reducir costos. El principal obstáculo para consolidar esa decisión es la falta de financiamiento”.