28 de enero de 2025
En diciembre de 2024 se vendieron 5 millones de medicamentos menos que en mismo mes del año previo

Desde el sector manifiestan preocupación por la marcada caída en la compra de fármacos, principalmente de jubilados. Qué pasó con los precios
En tanto, para el caso de los medicamentos que se compran a través de PAMI, la retracción a diciembre fue del 22% anual o 3.700.000 unidades.
El Ceprofar señaló que una vez finalizados los acuerdos que se venían sosteniendo con los laboratorios, hasta octubre de 2023, comenzaron a verificarse saltos de precios. Así, desde noviembre de ese año los valores de los medicamentos subieron 250,60%, mientras que si se compara con enero de 2024, el incremento fue de 81,8%. En el primer caso, el avance superó a la inflación del período (173,3%), en el segundo se ubicó por debajo (117,8%).“Algunos laboratorios dejaron de aumentar los precios desde septiembre pasado, quizás debido a las caídas en las ventas y a que las compras se están volcando a alternativas genéricas, o bien a que se compensaron sus ingresos con los fuertes aumentos a los medicamentos PAMI”, aseguró el informe.“Esto es así porque a partir de marzo, PAMI les permitió a los laboratorios aumentar mensualmente un 5% los medicamentos a sus afiliados por sobre el nivel general de precios”, explicaron.
A su vez, en noviembre de 2024 se firmó un nuevo convenio de provisión, permitiéndoles un incremento mensual variable, por encima de la inflación. “Recordemos que desde hace varios años los afiliados al PAMI se beneficiaban con un precio entre un 20% y 40% menor en promedio al de venta al público en general”, detallaron.Por otra parte, se observaron grandes diferencias de precios entre las distintas marcas. Es el caso de amlodipina (antihipertensivo), atorvastatina (hipolipemiente), losartan (antihipertensivo), clopidogrel (antitrombótico), paracetamol (analgésico), ciprofloxacina (antibiótico), ibuprofeno (analgésico), salbutamol (broncodilatador), enalapril (antihipertensivo), fluconazol (antimicótico), entre otros.
“Esto se explica por el bajo cumplimiento y deficiente difusión de la ley 25.649 de prescripción por nombre genérico y por la inclusión de marcas comerciales en las recetas – aún en las de obras sociales, incluido el PAMI-, en favor de las más costosas, sin fundamento”, concluyó Cetrofar.