11 de octubre de 2023
Las últimas lluvias trajeron un alivio parcial al trigo de la zona núcleo
"Las precipitaciones han brindado un respiro a algunos cultivos, pero el desafío de la falta de agua aún persiste, y el impacto en la producción agrícola es innegable", plantearon desde la Bolsa de Comercio de Rosario.
Las precipitaciones registradas sobre la zona agrícola núcleo trajeron alivio al trigo, aunque de manera parcial, ya que sólo llovió en un radio de 80 kilómetros de los alrededores de Rosario, informó la Bolsa de Comercio de dicha ciudad (BCR).
"Las precipitaciones han brindado un respiro a algunos cultivos, pero el desafío de la falta de agua aún persiste, y el impacto en la producción agrícola es innegable", planteó la entidad bursátil.
De esta manera, las lluvias recientes beneficiaron principalmente a los alrededores de Rosario, en un radio de unos 80 kilómetros.
"Los acumulados varían, con lugares como Álvarez, Pujato, Santa Teresa y Bigand recibiendo cantidades significativas de agua, lo que da un impulso a los cultivos de trigo y brinda la posibilidad de aumentar la siembra temprana de maíz", detalló la BCR.
"Los acumulados varían, con lugares como Álvarez, Pujato, Santa Teresa y Bigand recibiendo cantidades significativas de agua, lo que da un impulso a los cultivos de trigo y brinda la posibilidad de aumentar la siembra temprana de maíz"
Así, el extremo noreste de la provincia de Buenos Aires y el sureste de Santa Fe recibieron entre 15 y 25 milímetros, mientras que noroeste bonaerense, oeste santafesino y casi toda Córdoba recibieron volúmenes inferiores a los 10 milímetros.
"A pesar de este alivio para algunas áreas, la situación sigue siendo preocupante en gran parte de la región núcleo", subrayó el trabajo de la BCR, y sostuvo que "aproximadamente la mitad de los cultivos de trigo en la región se encuentran en condiciones regulares o malas".
La semana pasada, la BCR emitió un informe que alertaba sobre las pérdidas masivas en los cultivos de trigo debido a la insuficiencia de lluvias.
Dicho trabajo marcó que de un millón de hectáreas sembradas en la región, 400.000 hectáreas se encontraban en condiciones regulares, 100.000 en condiciones malas y en algunas áreas se estaban viendo los primeros lotes pastoreados.
Los pronósticos apuntaban a rendimientos bajos de 5 a 15 quintales por hectárea en las áreas más afectadas.