Miércoles 5 de Febrero de 2025

3 de diciembre de 2024

Adiós al papel: cómo funcionará la receta electrónica en Argentina a partir de 2025

En la búsqueda de un sistema de prescripción más seguro y eficiente, se adoptará plenamente como único formato válido para la prescripción de medicamentos desde enero del año próximo. Esto permitirá la validación, almacenamiento y trazabilidad de las recetas, garantizando seguridad y transparencia en todo el proceso

>A partir del 1° de enero de 2025, Argentina dará un paso importante hacia la modernización de su sistema de salud con la El Ministerio de Salud de la Nación publicó hoy en el Boletín Oficial la Resolución 5744/2024, mediante la cual dispuso que los repositorios de recetas electrónicas, es decir los archivos que permite almacenar y organizar los recursos digitales, deben estar disponibles para todas las plataformas de prescripción y farmacias, que solo podrán acceder a las recetas que el paciente requiera. El objetivo de esta norma es garantizar las condiciones de funcionamiento del ecosistema de salud digital para la implementación de la Ley N° 27.553 de Recetas Electrónicas.

“La receta electrónica será la única modalidad vigente para la prescripción de medicamentos. No habrá prórroga ni nuevos plazos de adecuación”, indicaron a Infobae altas fuentes de la cartera sanitaria. Y sumaron: “La dispensa de los medicamentos se podrá realizar en cualquier farmacia del país, no importa si está conveniada con la obra social o prepaga del afiliado”.

La receta electrónica no solo implica la digitalización de la prescripción, sino también la creación de un sistema de validación y almacenamiento de estas recetas que garantiza su disponibilidad en las farmacias. Para ello, el Ministerio de Salud dispuso que todos los sistemas informáticos encargados de validar y despachar las recetas electrónicas deben estar disponibles para las plataformas de prescripción y para todas las farmacias en las que el paciente requiera sus medicamentos.

Gracias a su implementación, las recetas estarán siempre disponibles para su dispensación, sin importar la ubicación del paciente ni de la farmacia. Este avance no solo agiliza el proceso, sino que también minimiza los riesgos de error asociados a las recetas en papel, como las dificultades de lectura de la letra manuscrita.

Por otro lado, las plataformas de prescripción deberán integrarse a este sistema de repositorios a través de interfaces de programación de aplicaciones (API), un proceso que será obligatorio y deberá pasar por un estamento de autenticación. De esta manera, se garantizará la interoperabilidad de los datos entre las plataformas de prescripción y las farmacias, asegurando que el paciente reciba la medicación adecuada bajo normas de buenas prácticas y con total seguridad.

Este sistema también tiene un componente clave de seguridad, ya que los repositorios deben contar con protocolos técnicos y administrativos que aseguren su alta disponibilidad y el almacenamiento seguro de las recetas electrónicas durante el tiempo que establece la normativa. Además, se implementarán mecanismos de respaldo y recuperación (backup) para proteger los datos de los pacientes frente a fallas técnicas o incidentes imprevistos.

Este proceso a nivel nacional está respaldado por la Ley N° 27.553 de Recetas Electrónicas, que regula la forma en que los profesionales de la salud recetan medicamentos y cómo estos son gestionados en las farmacias, ya que establece un circuito digital claro desde la prescripción hasta la entrega.

Uno de los aspectos fundamentales de la implementación de la receta electrónica es la creación de protocolos técnicos y administrativos que aseguren el correcto funcionamiento de los sistemas involucrados. Los repositorios de recetas electrónicas deben cumplir con normas estrictas que garantizan la alta disponibilidad de los datos, así como mecanismos de respaldo y recuperación ante posibles fallos del sistema.

El cumplimiento de estos protocolos no solo tiene una dimensión técnica, sino también administrativa. Los repositorios deberán operar bajo estrictas condiciones de seguridad y privacidad para proteger la información sensible de los usuarios, respetando los derechos de los pacientes en todo momento. Además, las plataformas de prescripción deberán garantizar la interoperabilidad de los datos, permitiendo que los sistemas digitales se comuniquen de manera efectiva y eficiente. Este enfoque integral busca asegurar que las recetas electrónicas no solo sean funcionales, sino que también operen dentro de un marco legal que garantiza su confiabilidad y cumplimiento de las normas de privacidad.

A partir de esta fecha, solo las plataformas aprobadas por el ReNaPDiS podrán operar, garantizando que los sistemas utilizados para la prescripción sean seguros y cumplan con las normativas vigentes.

Según detallaron desde el Ministerio de Salud a Infobae, se inscribieron 173 plataformas en el ReNaPDiS. 136 pasaron el filtro, de las cuales 81 ya fueron aprobadas, al día 28 de noviembre último, y 55 se encuentran en trámite de adecuación, con tiempo de adecuarse hasta fin de año. “Para operar, los softwares de recetarios electrónicos y repositorios deberán estar aprobados por el ReNaPDiS”, detallaron.

Este proceso de homologación y adecuación también incluye la necesidad de que las plataformas y los repositorios se conecten correctamente al ecosistema de salud digital, garantizando la interoperabilidad y asegurando que todas las partes del sistema —desde el profesional de la salud hasta la farmacia— puedan acceder a la receta electrónica de manera eficiente y segura.

La implementación de la receta electrónica promete transformar significativamente el proceso de prescripción y dispensación de medicamentos en Argentina.

Uno de los principales beneficios de la receta electrónica es la seguridad . A diferencia de las recetas en papel, que pueden estar sujetas a errores de interpretación debido a la letra manuscrita o a posibles manipulaciones, la receta digital elimina estos riesgos.

El sistema garantiza que las recetas sean emitidas por profesionales de salud matriculados y habilitados, quienes deben autenticarse adecuadamente antes de prescribir cualquier medicamento. Esto proporciona un nivel adicional de confianza tanto para los pacientes como para las farmacias que dispensan los medicamentos.

Otro beneficio destacado es la eficiencia en la gestión de recetas. El sistema digital elimina muchos de los trámites administrativos asociados con las recetas en papel, como la necesidad de archivar manualmente las recetas o de enviar y recibir documentos físicos entre profesionales de la salud, farmacias y pacientes. La receta electrónica simplifica estos procesos al permitir que la información se gestione de forma instantánea y segura en un entorno digital, lo que ahorra tiempo y recursos tanto a los pacientes como a los proveedores de servicios de salud.

Además, el uso de plataformas digitales para la prescripción facilita la gestión de tratamientos médicos. Los profesionales de salud pueden acceder rápidamente al historial de recetas de un paciente, lo que les permite tomar decisiones más informadas y personalizadas. También pueden verificar interacciones entre medicamentos o alertas de dosificación, lo que mejora la calidad de los tratamientos.

Este enfoque digital también mejora la calidad del servicio al permitir que los profesionales de la salud cuenten con herramientas tecnológicas que los apoyen en la toma de decisiones. Al acceder a bases de datos actualizadas sobre medicamentos, interacciones y pautas de tratamiento, los médicos y otros profesionales pueden ofrecer un tratamiento más preciso y adecuado a las necesidades de cada paciente. Asimismo, la receta electrónica fomenta la estandarización de los procesos, lo que asegura que todos los profesionales sigan las mismas pautas y directrices al prescribir medicamentos.

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