Jueves 13 de Febrero de 2025

5 de febrero de 2025

Por qué fabricar pick-ups sigue siendo un negocio casi blindado para la industria argentina

Entre las ventajas impositivas y un mercado exterior con menos competidores, las terminales apuestan por las camionetas como un reaseguro de las inversiones. La situación de Nissan en ese contexto

>A pesar de un notable crecimiento en el segmento de los SUV medianos, el mercado de las pick-up sigue siendo el “niño mimado” de la industria automotriz argentina. Hay dos razones de peso fundamentales para sostener esa política para las marcas que las fabrican: los beneficios impositivos que tienen y la cuota de exportaciones que pueden alcanzar.

Sin embargo, a pesar de esa situación favorable, en los últimos días se ha especulado con que la baja de producción de Nissan Argentina con su pick-up Frontier, que se produce en la misma planta de Renault en Córdoba, podría poner en peligro la continuidad de la marca japonesa en Argentina. La situación de la anunciada fusión en los próximos meses con Honda a nivel global, es parte de las variables sobre las que se especula en el mercado y la industria.

El sindicato de Smata Córdoba sostiene que la caída de ventas y de producción llegó a niveles preocupantes, que incluye un plan de retiros voluntarios y paradas de producción para ajustarse a una demanda en baja. Las autoridades del sindicato especulan que la llegada del nuevo utilitario de Renault pero no de Nissan, y el próximo lanzamiento de la nueva generación de Frontier en México que no se tiene programada en Argentina, podría generar que la terminal se retire del mercado.

Desde la marca aseguraron en una breve comunicación oficial que “Nissan estudia regularmente posibles oportunidades para optimizar sus operaciones de fabricación. No hemos anunciado ningún cambio en nuestros planes de producción en Argentina”. Fuentes cercanas a la marca señalaron que los ajustes de producción se deben a las variaciones de la demanda, especialmente de algunos mercados como Chile, donde las ventas cayeron ante la llegada de competidores chinos en un mercado abierto sin ningún tipo de arancel por falta de producción local.

Las camionetas, al igual que los furgones chicos y medianos de carga, no pagan el impuesto interno conocido como impuesto al lujo. Si bien el gobierno de Javier Milei acaba de eliminar la escala 1 que alcanzaba a los autos y SUV que compiten en precio con las camionetas compactas y medianas del mercado, varios modelos que pagaban la escala 2 bajaron de ese nivel y ya no están alcanzados por ese impuesto, con lo cual son competencia de las pick-up de mayor equipamiento.

Como consecuencia de esta situación, tres fábricas argentinas actualizaron el precio de las pick-up. Ford y Toyota bajaron el precio de las versiones más caras mientras que Nissan decidió mantener sin aumentos su modelo.

El último motivo por el cual muchos usuarios compran una pick-up en lugar de un SUV equivalente está en la reducción del impuesto automotor conocido como patente. Comprando un vehículo utilitario bajo la condición de monotributista o responsable inscripto, en algunas jurisdicciones se puede reducir considerablemente el costo de patente.

“El impuesto automotor, conocido como el pago de “patente” es un impuesto de carácter provincial, lo que implica que cada jurisdicción, incluida la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), define su alcance, cuantía y exenciones, sobre los vehículos radicados en su territorio”, explicó Yesica Baigorri , Asociada de impuestos en LFS Tax.

Fabricar camionetas en Argentina tiene a favor el hecho de vender un tipo de vehículo que prácticamente no se produce en ningún otro mercado de la región, lo que le permite sortear problemas como una devaluación de la moneda como está ocurriendo en Brasil con el real. La mejor prueba de esto es que la Chevrolet S-10, y la Mitsubishi L200, las únicas pick-up que se fabrican en Brasil, tienen en ese mercado una fuerte presencia que no tienen en Argentina.

La camioneta de General Motors terminó 2024 en tercer puesto entre los vehículos utilitarios de ese segmento detrás de la Toyota Hilux y Ford Ranger, mientras que la Mitsubishi está detrás de la S-10 pero delante del resto de las pick-up que llegan desde Argentina como la VW Amarok y la Nissan Frontier.

La situación ventajosa de producir pick-ups en Argentina, por lo tanto, queda demostrada con las cifras de exportación. Toyota exporta casi el 80% de su producción, Ford entre el 60 y el 70%, Nissan el 66% y Volkswagen más del 30%. En promedio, el 60% de las camionetas argentinas se vende en el exterior.

Dentro de ese esquema, Brasil es el principal comprador. En 2024 importó 50.000 Toyota Hilux, 31.800 Ford Ranger, 9.200 Nissan Frontier y 7.300 Volkswagen Amarok. Entre esos cuatro modelos, los envíos de camionetas a Brasil representaron el 31% del total de exportaciones anuales del sector, con un crecimiento del 8,2% para Hilux, uno del 56,5% de Ranger, un 10,7% de Frontier y una baja del 8% para Amarok.

Ante este escenario, el resultado de las ventas de pick-up de una tonelada en Argentina, si bien no deja de ser importante, es en realidad un número secundario para las terminales automotrices con plantas nacionales. En Argentina, en 2024, las camionetas medianas representaron el 20,7% del total de autos nuevos vendidos en 12 meses.

Las otras dos pick-up nacionales que se producen en Santa Isabel, Córdoba, son la Nissan Frontier y Renault Alaskan. La primera tuvo un año de fuerte caída bajando del 3% del mercado a un 1,7%, mientras que la segunda bajó del 0,9% al 0,5% del total de vehículos argentinos cero kilómetro. Chevrolet y la S-10 se quedó con el 0,5% restante del total de camionetas medianas.

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