15 de octubre de 2025
Pese a la baja de la pobreza, la Iglesia no ve un freno en el deterioro social

La institución se encuentra en alerta por el incremento de la demanda en comedores y hogares y la falta de capacidad para contenerla. Los riesgos del narco en los barrios
Fuentes de la Iglesia cuentan que esos datos no se ven reflejados en el territorio e insisten en que se trata de un fenómeno multidimensional, que no solo se vincula con los ingresos.
Puntualmente en CABA, que suele evidenciar antes que otros distritos lo que luego se replica en las provincias debido a su alta densidad poblacional y a la migración de personas vulnerables desde el conurbano y el interior, el Arzobispado de Buenos Aires observa una mayor cantidad de gente en situación de calle y por ende, una saturación de los Centros de Inclusión Social (CIS).
Al mismo tiempo, en la Iglesia advierten un aumento en el flujo de trabajadores que les ofrecen a las parroquias “changas” informales. Identifican distintos sectores afectados por la pérdida de empleo.
En este marco, también las parroquias intentan apoyar a las familias mediante alquileres sociales, dado que no reúnen condiciones como depósito y garantía.Relató el caso de un jubilado que necesitaba cuatro medicamentos. Tres los consiguió en farmacias sociales con las que colaboran, pero uno tuvo que comprarlo por su cuenta y le costó $150.000. “Es la mitad de una jubilación mínima, ni hablar si debe pagar un alquiler”, remarcó.
Y agregó: “Yo estuve un tiempo en una iglesia de una zona acomodada del centro de la ciudad y dos señoras que habían quedado viudas y tenían previamente un buen pasar económico tuvieron que irse de sus departamentos porque no podían pagar las expensas”.En lo que respecta al interior del país, otras fuentes alertan por el desempleo y la inestabilidad laboral. Esto se ve agravado porque “han desaparecido en muchos lugares las changas. La economía popular e informal no se mueve. Se ven muchas dificultades para llegar a fin de mes”. “Está muy difícil hasta construir una casilla en una villa”, subrayan.
Coinciden en el aumento de personas que recurren a los comedores de la Iglesia, principalmente jubilados. Detallan que hace poco la región del NEA tuvo grandes inconvenientes con el acceso a medicamentos.El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), el arzobispo de Mendoza, Marcelo Colombo; ya había dicho aPor último, enfatizan: “Si el Estado se corre, ingresa el narcotráfico. Hoy en día la aspiración laboral de un chico de 9 años en la villa es que lo contrate un narco, que es el que le da comida y salud, a la vez que hay más posibilidades que caiga en adicciones”.
Luego de la publicación del dato de pobreza por parte del Indec, el Observatorio de la Deuda Social (ODSA) de la UCA señaló que es importante diferenciar entre el fenómeno de la pobreza y el de su medición.“Un análisis más cuidadoso de la serie estadística oficial sugiere que, aunque la caída de la pobreza es real, su magnitud se encuentra sobrerrepresentada por la medición >Esto se explica, de acuerdo a la universidad, en primer lugar porque la medición utiliza umbrales de indigencia y de pobreza basados en canastas básicas que responden a una estructura de consumo desactualizada, correspondiente a la ENGHO de 2004-2005 -sin haber sido ajustada según la ENGHO 2017-2018-.
En segundo lugar, se registró una mayor captación neta de ingresos laborales y no laborales por parte de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), eventualmente derivada tanto de cambios en el instrumento de medición de los ingresos como de un mejor registro de estos en un escenario de menor inflación. “Este avance metodológico, que debe ser valorado positivamente, condiciona, no obstante, la comparabilidad con series de ingresos, indigencia y pobreza previas”.